El pasado 7 de julio el Faro de Vigo despidió a siete trabajadoras de la secciones de Centralita, Cierre y Devolución con una indemnización de 20 días por año trabajado con el argumento de externalizar los citados departamentos.
Cinco de estas trabajadoras despedidas, con una media de antigüedad de treinta años, tuvieron un conflicto laboral con el Faro de Vigo hace más de un año, cuando decidieron denunciar a la empresa ante la Inspección de Trabajo por "situaciones de irregularidad que, finalmente, se solventaron".
Otra de las despedidas es una trabajadora de la recepción en el turno de mañana que lleva 48 años trabajando en la empresa. Recientemente había rechazado una oferta para prejubilarse y ahora se encuentra con un despido en el que solo le conceden 20 días por año trabajado. Pero si esto es grave, el caso de su compañera de sección lo es más si cabe ya que se trata de una delegada sindical de Comisiones Obreras a la que se pretendió desalojar de su puesto de trabajo por la fuerza. Y es que ante la negativa de la trabajadora de abandonar su puesto de trabajo, la gerencia del Faro de Vigo requirió la intervención de la policía local de Redondela para expulsar a la trabajadora.
Los comités de empresa de Faro de Vigo y Celta de Artes Gráficas han anunciado que recurrirán ante la Autoridad lo que consideran unos despidos totalmente improcedentes, así como exigir la readmisión de las trabajadoras despedidas.
Las trabajadoras despedidas, acompañadas por los delegados y delegadas de los comités de Faro de Vigo y Celta de Artes Gráficas, otros compañeros/as y representantes de los sindicatos Comisiones Obreras, CIG y UGT, protagonizaron en el día de ayer sendas concentraciones de protesta en la delegación comercial de Vigo (Uruguay, 10) y en la sede del pediódico, en Chapela (Redondela), para exigir a la empresa la readmisión de las compañeras, concentraciones que repetirán el viernes día 17.
Desde aquí, los miembros de la Sección Sindical de CC.OO. de La Voz de Galicia queremos dar un total e incondicional apoyo a las compañeras de ese diario, así como mostrar nuestro rechazo ante la sangrante actitud que la gerencia de esa empresa ha tenido con unas trabajadoras que han dedicado muchos años de su vida a ese periódico.
